Una mujer médica denunció por violencia intrafamiliar al hombre casado, también médico, con quien ella mantenía una relación sentimental. El caso es atípico, no porque no ocurra violencia intrafamiliar en las relaciones extramatrimoniales o fuera de la unión marital de hecho, sino porque es una de las violencias menos denunciadas, ya que la víctima se expone a la sanción social derivada de que se descubra la relación ‘ilícita’ y también porque la mayoría de la gente desconoce que en 2019 se hizo un ajuste al Código penal, que creó nuevos contextos en los que se puede presentar violencia intrafamiliar. Uno de ellos es justamente el de las relaciones extramatrimoniales.
La situación descrita ocurrió en Santander y hace parte de los 100.410 casos de víctimas de violencia intrafamiliar reportados a la Fiscalía en 2023, lo cual muestra un incremento de este delito de 10,07 % respecto a 2022. Este aumento se explica por la mayor presencia de la Fiscalía en zonas apartadas del país, por ejemplo con los 189 PAF (Puntos de Atención de la Fiscalía) y con la sede móvil, y no necesariamente por una mayor incidencia del delito. Lo que sí es claro, es que la llegada de este organismo a zonas remotas ha evidenciado el enorme desconocimiento que tienen las personas sobre lo que es violencia intrafamiliar y cuán normalizadas tienen conductas que son detonantes de violencia, sin que hagan relación de causalidad entre ellas, como por ejemplo el consumo de alcohol o la celotipia. En otras palabras, la violencia intrafamiliar podría ser el delito más escondido y estaría tímidamente empezando a salir del clóset.
Para contribuir a acelerar esa visibilidad, dejo planteadas unas preguntas que le pueden indicar que usted, aunque no lo crea, es o está próximo/a a ser víctima de violencia intrafamiliar:
¿Deja de verse con familia o amistades porque a su pareja le molesta, la persuade o se lo prohíbe?
¿Su pareja le quita todo o parte de sus ingresos económicos?
¿Le dicen que se cambie de ropa, de peinado o intervienen en cómo debe ser su aspecto físico?
¿La/lo amenazan con algo que afecte la relación con sus hijos?
Puede ser que usted no considere que estas situaciones sean violencia porque las ha vivido hace mucho tiempo y por ende las ha normalizado, o porque por su contexto cultural incluso las considera manifestaciones de amor, o porque no van acompañadas de un golpe; pero lo que explica Martha Romero, la Coordinadora del Grupo de Trabajo Nacional de Violencia de Género, de la Fiscalía, es que cada una de ellas configura un posible caso de violencia sicológica y puede ser la antesala para que se configure uno de violencia física, por lo que debería buscar asesoría legal y protección. Si bien las cifras preliminares de la organización Justicia para Todas muestran un ligero descenso de casos de feminicidio, de 259 en 2022 a 245 en 2023, no hay que minimizar ningún indicio.
Las cifras 2023 de violencia intrafamiliar también evidencian que cada vez son más los hombres que denuncian: 18,1 % en 2022 a 18,4 % del total de casos en 2023; pero no se sabe si es porque hay en efecto mayor violencia contra ellos por parte de sus parejas. La tendencia es que quien es denunciado por su pareja, la denuncia también, a manera de apuesta, para tener margen de maniobra en el proceso judicial. Lo otro revelador de estos datos es el desconocimiento que tienen los victimarios de que sus actos son delitos debidamente tipificados. Por eso urge la implementación de la Ley 1257 de 2008, de prevención de violencia contra las mujeres, que plantea entre otras cosas que en los centros educativos se enseñe qué es violencia de género.
Algunos de los casos denunciados revelan además una tarea pendiente para Colombia, donde no está tipificado el feminicidio suicida. Es decir, cuando una mujer se suicida para huir o como consecuencia del maltrato al que es sometida. Como ven, aún falta camino para salir del clóset.
Claudia Isabel Palacios Giraldo